Brackets colocados digitalmente: ¿son mejores?
En ortodoncia, la tendencia actual es encontrar formas de acelerar el tratamiento con muchos aparatos que hacen estas afirmaciones, incluso en la denominación de su aparato o técnica (Fast, Quick, Rapid, Speed, 6 meses, etc.). Ahora hay evidencia sustancial que demuestra que el simple hecho de cambiar a un tipo diferente de soporte no hace ninguna diferencia: lo más importante es la habilidad del operador, de lo contrario, el paciente puede estar aceptando un compromiso. Por ejemplo; si se trata solo en alambres redondos, entonces las raíces no se giran, inclinan ni se aplican torques especiales en sus posiciones mejores y más estables, o no se aborda la oclusión o el resalte.
Para superar esto, algunas empresas han sugerido que los soportes posicionados digitalmente son la respuesta, ya que reducen la variabilidad y tienen en cuenta gran parte de la habilidad y la variación del operador. Sistemas como Insignia, SureSmile e incluso Invisalign son ejemplos de ello en ortodoncia. Sin embargo, hay mucha variación biológica con pacientes individuales que varían en respuesta y los aparatos no brindan el 100% de lo que tienen incorporado, por lo que se requieren detalles/acabados (la parte complicada de la ortodoncia). Estudios retrospectivos previos sugirieron que los aparatos personalizados digitalmente brindaron un tratamiento más rápido, pero estos tenían las mismas fallas que los estudios de brackets de autoligado y aparatos de vibración en el sentido de que existe un alto riesgo de sesgo y posibles variables de confusión que pueden influir en el resultado más allá de solo el aparato (los ECA posteriores no encontraron diferencias). Esta es la razón por la cual los RCT ciegos se consideran el estándar de oro, pero también requieren más tiempo y costo para realizarlos. Sin embargo, se acaba de publicar un RCT en línea en el Journal of Dental Research (considerada la mejor revista de odontología en términos de la calidad de los artículos) y este artículo analizó el sistema Insignia de brackets posicionados digitalmente en comparación con la colocación convencional. ¡Los resultados fueron interesantes!
Había 180 pacientes en este ECA y cuando se completó, analizaron 85 pacientes en el grupo personalizado y 89 en el grupo no personalizado. Los autores no encontraron diferencias en la duración del tratamiento (digital = 1,3 años frente a convencional = 1,2 años) ni en la calidad de los resultados medidos por el índice PAR (Peer Assessment Rating). Lo más importante, el ortodoncista hizo tienen un efecto significativo sobre la duración del tratamiento, la calidad del resultado del tratamiento y el número de visitas (P < 0,05), no el aparato utilizado. Curiosamente, el grupo de ortodoncia personalizada también tuvo más brackets flojos, un tiempo de planificación más prolongado y más quejas (P < 0,05).
En la prisa (perdón por el juego de palabras) por un tratamiento más rápido y para parecer estar a la vanguardia, podemos saltar a las nuevas tecnologías. A veces entregan lo que dicen, mientras que otras veces no lo hacen. Dichos sistemas generalmente implican un costo adicional con la expectativa del paciente de un tratamiento más rápido, pero en este caso, no estaba entregando lo que decía. Algunos profesionales pueden preferir estos sistemas y esa es una elección personal, al igual que algunos prefieren un tipo de soporte sobre otro, pero cuando se afirma un resultado más rápido o mejor (y a menudo a un costo adicional)… se requiere prueba en lugar de opinión. Como dijo Carl Sagan (Astrofísico); ‘Afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria’.