Chuparse el dedo: la opinión del Dr. De Angelis


Niño chupándose el dedo

¿Tu hijo tiene más de cuatro años y todavía se chupa el dedo? Entonces esto es para ti.

Chuparse el dedo es un hábito infantil natural y común que se desarrolla en el útero para alimentarse.

Sin embargo, alrededor de los cuatro meses de edad, esto se convierte en una actividad reconfortante. Es un hábito no nutritivo que incluye usar chupetes, chupetes, cobijas o chupar el dedo de otra persona.

El Dr. De Angelis cree que podría convertirse en un problema desde la perspectiva de la ortodoncia si la succión del dedo continúa después de los cuatro años. Esa es la edad en que los dientes permanentes comienzan a salir y reemplazan a los dientes de leche.

La gravedad de cualquier problema de ortodoncia como resultado de chuparse el dedo depende de la duración, la frecuencia y el tipo de conducta de chuparse el dedo. La investigación sugiere que la duración de la fuerza y ​​la presión tienen el mayor impacto en los dientes.

El primer examen oral se recomienda para todos los niños cuando sale su primer diente. El examen de los tejidos blandos, el paladar y cualquier diente erupcionado es esencial.

Chuparse el dedo continuamente después de los cuatro años puede causar problemas de ortodoncia como:

Desalineación de los dientes

Puede causar dientes frontales superiores que sobresalen o dientes frontales inferiores hacia atrás. Los cambios en los dientes frontales son los signos más evidentes de chuparse el dedo, pero la presión de la mano también puede hacer que los dientes inferiores se inclinen hacia adelante. Los hábitos de succión también pueden causar el desplazamiento de los incisivos. Por lo general, se corrige solo si el patrón se detiene antes de que comiencen a salir los dientes permanentes.

malformación de la mandíbula

Chuparse el dedo puede hacer que la mandíbula superior se estreche y puede resultar en una mordida cruzada o mordida abierta. La mordida abierta se observa con frecuencia en la región de los dientes anteriores y se relaciona mayoritariamente con el hábito de chuparse el dedo.

Forma de la cara

Nuestra mandíbula influye en la forma de nuestro rostro. La malformación de la mandíbula puede provocar un cambio en el aspecto general del rostro del niño.

¿Cómo dejar de chuparse el dedo?

Educación

Dependiendo de la edad de su hijo, puede intentar enseñarle los efectos de chuparse el dedo en los dientes, la mandíbula, el habla y el desarrollo facial.

Técnicas de modificación del comportamiento

Es importante observar cuándo, dónde y en qué situaciones su hijo se chupa el dedo, y si hay algún desencadenante del comportamiento. Puede ser porque tienen miedo, están irritables o cansados. Darles algo más que hacer cuando se chupan el dedo puede distraerlos. Por la noche, retire suavemente el pulgar de la boca.

Refuerce positivamente el comportamiento ofreciendo una recompensa que le atraiga o comunicándole lo contento que está cuando no se está chupando el dedo.

Técnicas de barrera

Técnicas como usar un guante y aplicar líquido agrio, ungüentos y vendajes pueden ayudar a evitar que los niños se chupen el dedo.

Aparatos de ortodoncia

Hay varios aparatos de ortodoncia disponibles para evitar que los niños se chupen el dedo. Algunos de ellos incluyen cunas palatinas, espolones y aparatos tipo jaula. La mayoría de estos fueron diseñados con una estructura de alambre para retención o expansión del arco para disminuir el disfrute y la comodidad.

La Asociación Dental Estadounidense ha sugerido que ofrecer elogios por no chuparse los dedos es más adecuado que regañar a los niños para que abandonen el hábito. Es importante considerar los impactos emocionales y los efectos en la psicología de un niño al romper este hábito. Castigar y regañar podría no ser el mejor enfoque para lograr los resultados deseados.

Hay varios otros efectos de chuparse el dedo, como el retraso en el desarrollo de la funcionalidad oral y los trastornos del habla. Sin embargo, los estudios sugieren que el 15% de los niños en edad preescolar australianos que se involucraron en comportamientos de succión no tenían problemas del habla.

Además, el hábito de chuparse el dedo durante la adolescencia puede causar estragos en la confianza y el bienestar emocional.

Si le preocupan los efectos del hábito de succión de su hijo en su funcionalidad oral, le recomendamos programar una cita con el Dr. Daniel De Angelis para evaluar sus dientes y desarrollar un plan de tratamiento oportuno.

El Dr. Daniel De Angelis es el mejor ortodoncista de Adelaida. Más de 10.000 pacientes han confiado en él con sus sonrisas. Le apasiona ayudar a sus pacientes. Es un experto en enderezar dientes y corregir mordidas, todo el día, todos los días.